Para explicar de alguna manera y que lo entiendan la gente común y normal de este país, voy a intentar transmitir cuál es mi sensación al respecto, la clave.
La credibilidad de las personas
Más allá de la crítica hacia un modelo de partido político de tendencia izquierda, de derechas de centro, de lo que sea, lo que yo como persona, que nunca ha votado ( porque me avergüenza, no por otra cosa), el asunto a destacar no es otro que la sensación que te transmiten las personas.
Lo que realmente pienso en este momento es que Pedro Sánchez no es una persona adecuada para poder transmitir mensajes importantes.
No, no tiene el nivel adecuado para ocupar una posición, en la que se deba de transmitir seriedad, contundencia, confianza, no tiene ningún tipo de cualidad que un líder de una organización deba tener.
Si en lugar de esta persona estuviera cualquier otro, con unas mínimas capacidades, aptitudes, preparación suficiente para transmitir el mensaje, probablemente, incluso los partidos de la oposición aceptarían de alguna manera apoyarle.
Por cierto ninguno de los otros líderes tienen esas capacidades , salvo Pablo Iglesias, qué es el único que sabe hablar, ( les da sopas con ondas).
Nos encontramos ante el claro ejemplo, ( del cual tenemos la culpa los votantes, de no exigir unos mínimos de calidad para ocupar determinados puestos, y solo nosotros tenemos la culpa)
Tenemos la oportunidad de recapacitar y de cambiar determinadas cosas, poniendo como ejemplo, de lo mal que se ha hecho con Pedro Sánchez, al permitir que pudiera llegar una persona sin preparación a liderar nada menos que uno de los países más importantes del mundo.
Me recuerda leer las explicaciones del faseado para la desescalada, la imagen de Groucho Marx con su hermano, descifrando y leyendo el contrato que tenían que firmar «la parte contratante».
Víctor Martínez