El consumo irrelevante, …

Douglas Tompkins, fue el creador de la marca North Face, pasados unos años después de su creación, y después de un notable éxito, se cansó de su iniciativa empresarial y lo vendió todo.

El principal argumento que el cuenta en su historia, es que se dio cuenta, de que la producción masiva de la ropa que su marca llevaba a cabo le hacía daño al medio ambiente y además, una vez que ya había adquirido cierta cantidad de ropa no era necesaria.

Es acojonante que un empresario reconozca esa absoluta verdad, a día de hoy el 90% de la gente del mundo desarrollado podría pasar el resto de su vida prácticamente sin comprar absolutamente nada de ropa.

Con un par de pantalones vaqueros, puedes perfectamente pasar casi todos los años de tu vida si eres una persona de mediana edad, cuidando tus zapatos y tus zapatillas de deporte probablemente con 4 pares puedes pasar una vida completa.

Con que tengas dos trajes o tres, si trabajas en oficina, los cuidas, los mantienes y los limpias, si son de cierta calidad, probablemente puedas pasar el resto de tu vida.

No voy a continuar, pero básicamente todo el mundo que lea esto y mire su armario se dará cuenta de que esto es verdad.

Si hacemos una lista de las cosas, que compramos habitualmente, quitando la comida, que también podemos hacer un artículo sobre esto, nos daremos cuenta,de que básicamente necesitamos un 10% de las cosas que tenemos.

Este gesto que Douglas Tompkins tubo, de vender su empresa y ponerse a comprar acres de tierra en el sur de América obviamente es un extremo que normalmente la gente no va a llevar a cabo, pero si lo extrapolamos a una medida menor, haciéndolo pequeñito, sí que podríamos pensar, en la posibilidad de emular esa forma de vida, comprando un pequeño trozo de tierra, o varios trozos de tierra para, en un futuro incluso donarlo, o llegar a acuerdos con organizaciones con intenciones verdaderas de darle un buen uso.

En los próximos años veremos una tendencia sobre todo de personas de mediana edad que irán huyendo de la ciudad para asentarse en poblaciones rurales, pero no de una manera excepcional, sino de una manera general.

El título de este artículo, el consumo de irrelevante, viene a decir qué no necesitamos prácticamente nada.

Ángela Petrorskas

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada


*